Al arrancar el tercer trimestre de 2025, el precio del oro se mantiene en niveles históricamente altos. En la primera mitad del año, la aversión al riesgo global y la demanda sostenida de los bancos centrales impulsaron el precio del oro hasta alcanzar un máximo histórico de 3.500 USD por onza. Recientemente, la modificación de políticas arancelarias y el cambio en las expectativas sobre los tipos de interés de la Reserva Federal han provocado una fuerte volatilidad, con rápidas subidas seguidas de correcciones. Actualmente, el oro al contado oscila entre los 3.350 y 3.360 USD por onza, a la espera de la inminente publicación de los datos de inflación en Estados Unidos.
Expectativas sobre la Reserva Federal y datos de inflación
Las decisiones que adopte la Reserva Federal en materia de tipos de interés siguen siendo el principal factor que determina la cotización del oro. En la actualidad, el consenso del mercado anticipa que la Fed iniciará los recortes de tipos antes de que termine el año; unos costes de financiación más bajos suelen debilitar el dólar estadounidense y, en consecuencia, refuerzan el atractivo del oro. Si los próximos datos de IPC e IPP de Estados Unidos muestran una relajación de la inflación, la Fed dispondría de mayor margen para reducir los tipos de interés y aportar un soporte adicional al oro.
Política arancelaria y factores geopolíticos
La incertidumbre sobre la política arancelaria de EE. UU. ha provocado recientemente un repunte puntual en el precio del oro. Aunque finalmente no se impusieron aranceles adicionales sobre el oro, el mercado reaccionó de forma pronunciada, registrándose oscilaciones superiores al 2% en una sola jornada y aportando liquidez al mercado. Este episodio pone de relieve cómo los acontecimientos geopolíticos y la evolución de la política comercial pueden impulsar la demanda de oro como activo refugio.
Tendencias de demanda de bancos centrales y ETF
Desde 2025, los bancos centrales de varios países, especialmente de economías emergentes, han incrementado sus reservas de oro, diversificando activamente sus activos exteriores. Paralelamente, las posiciones en ETF de oro se han mantenido sólidas, ayudando los inversores institucionales a estabilizar las cotizaciones.
En el plano técnico, el oro presenta un soporte robusto en torno a los 3.300 USD, una cota que el mercado ha testado en varias ocasiones. Una ruptura definitiva por debajo podría desencadenar una corrección adicional hacia los 3.250 USD. En cuanto a la resistencia, se sitúa cerca de los 3.400 USD; si el precio logra superarla de forma sostenida, se abriría la puerta a un nuevo asalto a máximos históricos.
Para quienes se inician en la inversión en oro, lo más prudente es construir posiciones de manera progresiva mientras el precio fluctúa en un rango volátil, evitando dejarse llevar por subidas repentinas o vender durante caídas bruscas. También se puede participar a través de productos de acceso sencillo, como los ETF de oro o el oro en papel, que ayudan a minimizar los costes operativos y limitan la exposición a la volatilidad. Los inversores con horizonte a largo plazo deberían seguir de cerca las decisiones de la Reserva Federal, los principales indicadores económicos globales y los acontecimientos geopolíticos, ya que son los factores que más incidirán en la evolución del oro a medio y largo plazo.