Esta decisión refleja un creciente escepticismo sobre el dinero digital emitido por el gobierno a medida que los países de todo el mundo reevaluan sus estrategias de moneda digital.
Los funcionarios cuestionan la necesidad de nuevo dinero
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ha expresado fuertes dudas sobre la creación de una libra digital para uso cotidiano. En declaraciones recientes, Bailey cuestionó por qué el Reino Unido necesita "crear nuevas formas de dinero" cuando los sistemas de pago existentes podrían mejorarse con tecnología digital en su lugar.
El banco central ha estado alentando silenciosamente a las empresas privadas a desarrollar innovaciones en pagos que podrían ofrecer beneficios similares sin lanzar una moneda digital controlada por el gobierno. Este enfoque representa un cambio importante respecto a la posición del Banco hace solo dos años, cuando los funcionarios dijeron que un libra digital era "probablemente" necesario.
"Mi opinión es que, si eso es un éxito, me pregunto por qué necesitamos introducir una nueva forma de dinero", dijo Bailey a los legisladores durante una reciente audiencia del comité del Tesoro.
Retiro Global de Proyectos de Moneda Digital
La vacilación del Reino Unido se produce cuando varios países abandonan o pausan sus iniciativas de CBDC. Canadá y Australia han cancelado planes para monedas digitales minoristas en el último año. Nigeria terminó su proyecto de naira digital después de que solo el 0.5% de los ciudadanos lo utilizaran durante un período de prueba de 14 meses.
El cambio ganó impulso cuando el presidente Trump emitió una orden ejecutiva en enero de 2025 deteniendo todo el trabajo de EE. UU. en CBDCs minoristas, convirtiendo a América en la única economía importante en prohibir formalmente tales proyectos. Corea del Sur también ha pausado sus esfuerzos en moneda digital, eligiendo enfocarse en stablecoins privadas en su lugar.
Estas decisiones señalan un movimiento más amplio alejado del dinero digital controlado por el gobierno hacia soluciones del sector privado.
Las preocupaciones de privacidad impulsan la oposición pública
El sentimiento público ha jugado un papel clave en disminuir el entusiasmo por las CBDCs. Las encuestas en los Estados Unidos muestran que el doble de estadounidenses se opone a un dólar digital en comparación con aquellos que lo apoyan. La oposición salta al 74% cuando las personas se enteran de que el gobierno podría controlar cómo gastan su dinero.
Han surgido preocupaciones similares sobre la privacidad en toda Europa y otras naciones democráticas. Los ciudadanos se preocupan por la vigilancia gubernamental de sus hábitos de gasto y las posibles restricciones a su libertad financiera. Estos temores han hecho que los políticos sean más cautelosos al perseguir proyectos de moneda digital.
La propia investigación del Banco de Inglaterra muestra un interés público en declive por una libra digital emitida por el gobierno, con figuras clave de asesoría alejándose silenciosamente de los comités centrados en el proyecto.
El Dinero Digital Privado Gana Terreno
Mientras las monedas digitales gubernamentales luchan, las stablecoins privadas prosperan. Estos tokens digitales, vinculados a monedas tradicionales como el dólar estadounidense, procesaron $27.6 billones en transacciones durante 2024, más que Visa y Mastercard combinados.
Las stablecoins ofrecen muchos de los mismos beneficios que las CBDCs, incluyendo pagos rápidos y costos más bajos, sin control gubernamental. Instituciones financieras importantes como JPMorgan y Visa están integrando ahora stablecoins en sus redes de pago.
El rápido crecimiento de estas alternativas privadas ha reducido la urgencia de que los bancos centrales creen sus propias monedas digitales. Si las empresas pueden proporcionar pagos digitales eficientes, muchos funcionarios se preguntan si se necesita dinero nuevo del gobierno.
El Proyecto de la Libra Digital Sigue en Soporte Vital
A pesar del escepticismo, el Banco de Inglaterra no ha cancelado oficialmente el proyecto de la libra digital. El banco planea lanzar un "Laboratorio de Libra Digital" más adelante este año para probar posibles aplicaciones y recopilar comentarios de las empresas.
Los funcionarios quieren mantener la opción disponible en caso de que las circunstancias cambien o las innovaciones del sector privado no satisfagan las necesidades públicas. Sin embargo, la postura actual del banco sugiere una creciente disposición a abandonar la libra digital minorista si las empresas privadas continúan avanzando en la tecnología de pagos.
Cualquier decisión para proceder requeriría la aprobación del Parlamento y nueva legislación que proteja la privacidad del usuario. La línea de tiempo más temprana para el lanzamiento sigue siendo la segunda mitad de esta década, asumiendo que el proyecto avance en absoluto.
Mirando hacia adelante: Innovación privada vs. Control gubernamental
El retroceso de las CBDC refleja un debate fundamental sobre el futuro del dinero. Los gobiernos inicialmente vieron las monedas digitales como herramientas para mantener el control sobre la política monetaria y los pagos en un mundo cada vez más digital. Sin embargo, la resistencia pública y el éxito de alternativas privadas han obligado a replantearse.
Por ahora, las stablecoins y otras soluciones de pago digital privadas parecen estar ganando la carrera. Su adopción voluntaria, combinada con menos supervisión gubernamental, las hace más atractivas tanto para los usuarios como para las empresas.
La vacilación del Banco de Inglaterra señala que la era del dinero digital controlado por el gobierno puede estar terminando antes de que realmente comience. En cambio, el futuro de los pagos digitales puede pertenecer a empresas privadas que operan dentro de los marcos regulatorios existentes en lugar de nuevas formas de moneda emitida por el estado.
Este cambio podría remodelar la forma en que las personas piensan sobre el dinero en sí, pasando de monedas respaldadas por el gobierno a activos digitales impulsados por el mercado que ofrecen una funcionalidad similar sin control centralizado.
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El Banco de Inglaterra da un paso atrás en la libra digital a medida que el interés global en las CBDC disminuye - Brave New Coin
Esta decisión refleja un creciente escepticismo sobre el dinero digital emitido por el gobierno a medida que los países de todo el mundo reevaluan sus estrategias de moneda digital.
Los funcionarios cuestionan la necesidad de nuevo dinero
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ha expresado fuertes dudas sobre la creación de una libra digital para uso cotidiano. En declaraciones recientes, Bailey cuestionó por qué el Reino Unido necesita "crear nuevas formas de dinero" cuando los sistemas de pago existentes podrían mejorarse con tecnología digital en su lugar.
El banco central ha estado alentando silenciosamente a las empresas privadas a desarrollar innovaciones en pagos que podrían ofrecer beneficios similares sin lanzar una moneda digital controlada por el gobierno. Este enfoque representa un cambio importante respecto a la posición del Banco hace solo dos años, cuando los funcionarios dijeron que un libra digital era "probablemente" necesario.
"Mi opinión es que, si eso es un éxito, me pregunto por qué necesitamos introducir una nueva forma de dinero", dijo Bailey a los legisladores durante una reciente audiencia del comité del Tesoro.
Retiro Global de Proyectos de Moneda Digital
La vacilación del Reino Unido se produce cuando varios países abandonan o pausan sus iniciativas de CBDC. Canadá y Australia han cancelado planes para monedas digitales minoristas en el último año. Nigeria terminó su proyecto de naira digital después de que solo el 0.5% de los ciudadanos lo utilizaran durante un período de prueba de 14 meses.
El cambio ganó impulso cuando el presidente Trump emitió una orden ejecutiva en enero de 2025 deteniendo todo el trabajo de EE. UU. en CBDCs minoristas, convirtiendo a América en la única economía importante en prohibir formalmente tales proyectos. Corea del Sur también ha pausado sus esfuerzos en moneda digital, eligiendo enfocarse en stablecoins privadas en su lugar.
Estas decisiones señalan un movimiento más amplio alejado del dinero digital controlado por el gobierno hacia soluciones del sector privado.
Las preocupaciones de privacidad impulsan la oposición pública
El sentimiento público ha jugado un papel clave en disminuir el entusiasmo por las CBDCs. Las encuestas en los Estados Unidos muestran que el doble de estadounidenses se opone a un dólar digital en comparación con aquellos que lo apoyan. La oposición salta al 74% cuando las personas se enteran de que el gobierno podría controlar cómo gastan su dinero.
Han surgido preocupaciones similares sobre la privacidad en toda Europa y otras naciones democráticas. Los ciudadanos se preocupan por la vigilancia gubernamental de sus hábitos de gasto y las posibles restricciones a su libertad financiera. Estos temores han hecho que los políticos sean más cautelosos al perseguir proyectos de moneda digital.
La propia investigación del Banco de Inglaterra muestra un interés público en declive por una libra digital emitida por el gobierno, con figuras clave de asesoría alejándose silenciosamente de los comités centrados en el proyecto.
El Dinero Digital Privado Gana Terreno
Mientras las monedas digitales gubernamentales luchan, las stablecoins privadas prosperan. Estos tokens digitales, vinculados a monedas tradicionales como el dólar estadounidense, procesaron $27.6 billones en transacciones durante 2024, más que Visa y Mastercard combinados.
Las stablecoins ofrecen muchos de los mismos beneficios que las CBDCs, incluyendo pagos rápidos y costos más bajos, sin control gubernamental. Instituciones financieras importantes como JPMorgan y Visa están integrando ahora stablecoins en sus redes de pago.
El rápido crecimiento de estas alternativas privadas ha reducido la urgencia de que los bancos centrales creen sus propias monedas digitales. Si las empresas pueden proporcionar pagos digitales eficientes, muchos funcionarios se preguntan si se necesita dinero nuevo del gobierno.
El Proyecto de la Libra Digital Sigue en Soporte Vital
A pesar del escepticismo, el Banco de Inglaterra no ha cancelado oficialmente el proyecto de la libra digital. El banco planea lanzar un "Laboratorio de Libra Digital" más adelante este año para probar posibles aplicaciones y recopilar comentarios de las empresas.
Los funcionarios quieren mantener la opción disponible en caso de que las circunstancias cambien o las innovaciones del sector privado no satisfagan las necesidades públicas. Sin embargo, la postura actual del banco sugiere una creciente disposición a abandonar la libra digital minorista si las empresas privadas continúan avanzando en la tecnología de pagos.
Cualquier decisión para proceder requeriría la aprobación del Parlamento y nueva legislación que proteja la privacidad del usuario. La línea de tiempo más temprana para el lanzamiento sigue siendo la segunda mitad de esta década, asumiendo que el proyecto avance en absoluto.
Mirando hacia adelante: Innovación privada vs. Control gubernamental
El retroceso de las CBDC refleja un debate fundamental sobre el futuro del dinero. Los gobiernos inicialmente vieron las monedas digitales como herramientas para mantener el control sobre la política monetaria y los pagos en un mundo cada vez más digital. Sin embargo, la resistencia pública y el éxito de alternativas privadas han obligado a replantearse.
Por ahora, las stablecoins y otras soluciones de pago digital privadas parecen estar ganando la carrera. Su adopción voluntaria, combinada con menos supervisión gubernamental, las hace más atractivas tanto para los usuarios como para las empresas.
La vacilación del Banco de Inglaterra señala que la era del dinero digital controlado por el gobierno puede estar terminando antes de que realmente comience. En cambio, el futuro de los pagos digitales puede pertenecer a empresas privadas que operan dentro de los marcos regulatorios existentes en lugar de nuevas formas de moneda emitida por el estado.
Este cambio podría remodelar la forma en que las personas piensan sobre el dinero en sí, pasando de monedas respaldadas por el gobierno a activos digitales impulsados por el mercado que ofrecen una funcionalidad similar sin control centralizado.