#代币经济学# Al recordar la locura de ICO de 2017, al ver estas acciones de la Fundación DEGEN, no puedo evitar sentirme nostálgico. Cuántos proyectos en aquel entonces diseñaron modelos de tokenómica deslumbrantes para atraer inversores, y al final, o caían a cero o eran un Rug Pull. Ahora que DEGEN propone la idea de destruir tokens en fases, me recuerda a algunos de los métodos de proyectos exitosos de los primeros días.
Esta práctica tiene ventajas y desventajas. La ventaja es que puede aliviar la presión inflacionaria y aumentar la confianza del mercado. Pero el riesgo radica en que, si se ejecuta incorrectamente, podría provocar pánico entre los inversores. Al revisar la historia, hay varios casos de éxito de planes de quema de Tokens similares, como la quema trimestral de BNB de Binance. Pero también hay lecciones fallidas; recuerdo que un proyecto sufrió una gran quema repentina, lo que provocó una fuerte volatilidad en el precio y, finalmente, el colapso de la confianza.
DEGEN esta vez adopta un enfoque por fases y de manera constante, y consulta la opinión de la comunidad, lo que claramente es una lección aprendida de experiencias pasadas. Sin embargo, dicho esto, el ajuste de la tokenómica siempre es una espada de doble filo. Prestar demasiada atención a la volatilidad de precios a corto plazo, neglectar la creación de valor a largo plazo, es una enfermedad común en muchos proyectos. Espero que DEGEN realmente se enfoque en la construcción de productos y ecosistemas, en lugar de caer en un juego interminable de ingeniería de tokens.
Después de todo, a lo largo de la historia de las criptomonedas, los proyectos que realmente pueden sobrevivir a largo plazo no dependen de cuán complejo sea el modelo de token, sino de si resuelven problemas reales y crean valor auténtico. Este punto merece la reflexión de todos.
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#代币经济学# Al recordar la locura de ICO de 2017, al ver estas acciones de la Fundación DEGEN, no puedo evitar sentirme nostálgico. Cuántos proyectos en aquel entonces diseñaron modelos de tokenómica deslumbrantes para atraer inversores, y al final, o caían a cero o eran un Rug Pull. Ahora que DEGEN propone la idea de destruir tokens en fases, me recuerda a algunos de los métodos de proyectos exitosos de los primeros días.
Esta práctica tiene ventajas y desventajas. La ventaja es que puede aliviar la presión inflacionaria y aumentar la confianza del mercado. Pero el riesgo radica en que, si se ejecuta incorrectamente, podría provocar pánico entre los inversores. Al revisar la historia, hay varios casos de éxito de planes de quema de Tokens similares, como la quema trimestral de BNB de Binance. Pero también hay lecciones fallidas; recuerdo que un proyecto sufrió una gran quema repentina, lo que provocó una fuerte volatilidad en el precio y, finalmente, el colapso de la confianza.
DEGEN esta vez adopta un enfoque por fases y de manera constante, y consulta la opinión de la comunidad, lo que claramente es una lección aprendida de experiencias pasadas. Sin embargo, dicho esto, el ajuste de la tokenómica siempre es una espada de doble filo. Prestar demasiada atención a la volatilidad de precios a corto plazo, neglectar la creación de valor a largo plazo, es una enfermedad común en muchos proyectos. Espero que DEGEN realmente se enfoque en la construcción de productos y ecosistemas, en lugar de caer en un juego interminable de ingeniería de tokens.
Después de todo, a lo largo de la historia de las criptomonedas, los proyectos que realmente pueden sobrevivir a largo plazo no dependen de cuán complejo sea el modelo de token, sino de si resuelven problemas reales y crean valor auténtico. Este punto merece la reflexión de todos.