Una sola contraseña débil terminó matando a una empresa de 158 años. Cuando una banda de ransomware logró comprometer los sistemas de KNP, una empresa de transporte del Reino Unido, exigieron un rescate que la empresa no podía pagar.
La empresa se fue a la quiebra, llevándose 700 empleos con ella. Una contraseña mal elegida fue todo lo que necesitó para permitir que los hackers se infiltraran.
¿Piensas que no podría pasarte a ti? Así lo pensó un empleado desafortunado. Asegúrate de que tus contraseñas sean fuertes.
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Una sola contraseña débil terminó matando a una empresa de 158 años. Cuando una banda de ransomware logró comprometer los sistemas de KNP, una empresa de transporte del Reino Unido, exigieron un rescate que la empresa no podía pagar.
La empresa se fue a la quiebra, llevándose 700 empleos con ella. Una contraseña mal elegida fue todo lo que necesitó para permitir que los hackers se infiltraran.
¿Piensas que no podría pasarte a ti? Así lo pensó un empleado desafortunado. Asegúrate de que tus contraseñas sean fuertes.
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