Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva en la Casa Blanca titulada Democratizing Access to Alternative Assets for 401(k) Investors, que exige al Departamento del Tesoro, al Departamento de Trabajo y a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) que inicien la revisión de reglas para incluir la encriptación, bienes raíces, Venta privada y otros "Activos Cripto" en el ámbito de inversión de los planes de pensiones 401(k). Esta noticia llegó como un trueno en el llano, sacudiendo rápidamente los mercados financieros globales: no solo podría movilizar hasta 8.7 billones de dólares en fondos de pensiones, sino que también se considera un paso clave para que los activos encriptados pasen de ser una prueba marginal a formar parte del sistema financiero tradicional. A pesar de que la Casa Blanca afirma que esta medida tiene como objetivo "ampliar la accesibilidad de los inversionistas comunes a activos diversificados", un problema central sale a la luz: ¿realmente está abriendo un nuevo capítulo en la valorización de la riqueza para el futuro de la jubilación de los estadounidenses, o es un acto imprudente sin considerar las consecuencias?
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Recientemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva en la Casa Blanca titulada Democratizing Access to Alternative Assets for 401(k) Investors, que exige al Departamento del Tesoro, al Departamento de Trabajo y a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) que inicien la revisión de reglas para incluir la encriptación, bienes raíces, Venta privada y otros "Activos Cripto" en el ámbito de inversión de los planes de pensiones 401(k). Esta noticia llegó como un trueno en el llano, sacudiendo rápidamente los mercados financieros globales: no solo podría movilizar hasta 8.7 billones de dólares en fondos de pensiones, sino que también se considera un paso clave para que los activos encriptados pasen de ser una prueba marginal a formar parte del sistema financiero tradicional. A pesar de que la Casa Blanca afirma que esta medida tiene como objetivo "ampliar la accesibilidad de los inversionistas comunes a activos diversificados", un problema central sale a la luz: ¿realmente está abriendo un nuevo capítulo en la valorización de la riqueza para el futuro de la jubilación de los estadounidenses, o es un acto imprudente sin considerar las consecuencias?