No te unes a Hana, entras en un nuevo internet.
No se trata de otro protocolo. Es un cambio cultural.
En Hana, una billetera no es una herramienta, es un reflejo de quién eres.
El staking no se trata de rendimientos, se trata de cómo demuestras que estás aquí.
Cada publicación, like y toque es una señal no de ruido, sino de identidad.
Esto es Web4: no una actualización, una reinvención.
¿La frontera entre la tecnología y el yo? Borroso.
Y ese es exactamente el punto.
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