El internet que usamos hoy en día depende en gran medida de enormes centros de datos que consumen mucha energía. Mantienen las cosas en funcionamiento, pero a un enorme costo ambiental.
En lugar de depender de servidores centralizados, Bless distribuye su infraestructura a través de una red global de nodos gestionados por la comunidad. No solo es más seguro y resistente a la censura, sino que también es más limpio.
Al reducir la necesidad de enormes granjas de servidores, Bless está ofreciendo un camino más ecológico hacia el futuro. Uno donde Internet no tiene que venir a expensas del planeta
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